¡Parad el mundo, que ella se baja!...- grito.
Te callas y me miras con estupor desde esas manchas negras que te deja la máscara de pestañas en tu cara preciosa. Abres hasta el infinito tus grandes ojos y dibujas una leve sonrisa en tu boca. Esa sonrisa se vuelve mueca, he intentas llorar de nuevo, pero ya no puedes. En tu cerebro he plantado la semilla del humor... la del amor.
¡Parad el mundo, que ella se quiere bajar!...- grito de nuevo.
Y te acercas y me abrazas, y dejas en mi camisa blanca los rastros negros de la ya famosa máscara. Me besas y lloras un poco más, pero ya sin ira, sin odio... con el sosiego que dá el consuelo, el aliento. Te acercas a mi oído y despacio me cuentas tus cuitas, tus penas... con lágrimas saladas me relatas lo acontecido...muy cerquita, notando en cada una de tus sílabas tus suspiros y sollozos...
Te miro... y con rabia contenida, me quito la camisa y también el pantalón... y piso mi ropa y pataleo encima de ella. Luego grito con todas mis fuerzas, para que todos me oigan:
¡Parad el mundo, que ella y yo nos bajamos!
Entonces tu sonríes y, por fin, te ríes hasta las carcajadas.
Yo... soy feliz.
Nos vemos y nos leemos pronto
Me ha gustado mucho, si al final, os bajáis los dos juntitos, que es lo importante, y que es vuestro mundo...muy bueno. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Releante. Siempre reconforta tener a alguien que te comprenda, que esté en el mismo mundo que tú.
EliminarUn abrazo, y gracias por estar ahí
Precioso, vibrante, ... como la vida misma
EliminarPrecioso, vibrante, ... como la vida misma
EliminarOle oles me alegra poder leer esas cosas tan bonitas que sólo a ti se te pueden ocurrir.besos y sigue escribiendo para que los demás podamos disfrutarlo
ResponderEliminarGracias, guapa! Un placer que me leas. Besos
EliminarQuién dijo eso una vez en un concierto....nuestro paisano don Miguel? (ese que cantaba lo de volver a Granada).
ResponderEliminarBueno, no me acuerdo bien, pero me has hecho recordar algo que he repetido muchas veces en mi vida.
Y también que a veces, hay alguien a tu lado que por la razón que sea, te anima a seguir hasta la siguiente estación.
Y al menos, durante ese trayecto, te sientes feliz.
Y si hay muchos mas trayectos, de estación en estación, pues mejor.
Un beso, prima.
Y amiga.
Y gracias por deleitarme escribiendo tus cosas.
Y que sigas haciéndolo.
Y...que paren el mundo, que voy a salir a fumarme un cigarrito, y después seguimos (a este paso vamos a tener que ir a fumar a la luna).
Gracias, Jose, porque siempre estas ahí, leyéndome... Yo pienso que en el viaje de la vida lo mejor es tener un compañero y si ademas se baja en tu misma estación mejor.
EliminarY a la luna te acompaño, pero no a fumar... Jajajaja
Un beso
Qué bonito :)
ResponderEliminarLas palabras, qué belleza encierran y qué poder. El poder de mover voluntades y aflorar sentimientos...
"Cuita". ¡Me encanta!
No hay mejor sensación que tener unos brazos en los que ampararse y alguien que te escuche. Bien contado Oles.
Besos, ya sabes dónde
Gracias Luisa. Me hace mucha ilusión que te gusten mis relatos.
EliminarLas palabras juegan con las letras del teclado, hacen magia. Y somos nosotras las que nos aprovechamos de esta circunstancia tan especial.
Un beso desde cerquita
Parar el mundo de a dos en dos, se ouede parar. Y dejarlo quietecito...
ResponderEliminarA veces, pocas para mi gusto, hay que parar el mundo y darnos una vuelta fuera de la realidad.
EliminarBesos del sur
Una hija, una madre, dos mujeres, dos mundos. Una gran alegría pero también un gran dolor. Me gusta la delicadeza de tus relatos pero este me ha gustado especialmente. ¿Será que tengo una hija viviendo...?
ResponderEliminarViviendo fuera?... Viviendo en ti?... Bajarse del mundo y dejar que gire solo, a veces, vale la pena. Y si ademas no bajas sola, que bajas con un apoyo, mucho mejor.
EliminarBesos del sur
Querida Oles... Es de las mejores entradas que te he leído. ¿Quién no pide que el mundo pare cuando un hijo querría bajarse a pesar de la velocidad del tren? Y si no para... ¿quién no lo abraza para amortiguar el golpe? ¡Qué... BONITO!
ResponderEliminarGracias, Oles. De corazón a corazón. Un beso gordo.
Gracias Sunsi, tu siempre tan amable. Y es cierto, yo pararía el mundo si mi hija se quiere bajar, igual que tu, seguro. Y si no se para, al menos estaría con ella abrazándola... Igual que tu, seguro.
EliminarUn gran beso del sur.
No sabes cuanto me alegra tu vuelta.