domingo, 18 de mayo de 2014

LA RAYA DEL OJO


Hay cosas en la vida que nunca salen bien. Tienen esa característica especial y única que las hacen insoportables y, a veces, llegan a ser inabordables. Son esas pequeñas e insufribles “vendettas” que la cotidianeidad te pone por delante y que rara es la vez que tienen un buen final; como por ejemplo: las medias nunca suben derechas, ellas piensan que tus piernas tienen otro trazado y, porque si, porque son así de independientes, deciden subir torcidas y al final clavarse en la ingle toda la mañana; o cuando tienes una prisa infinita y las llaves del coche han decidido esconderse en la sima más recóndita del bolso y no aparecen y llegas supertarde a ese sitio tan importante; o ese día que tienes una cita con alguien especial y decides estrenar tu “petite robe noir” arrebatador, y al ponértelo le dejas todas las marcas blancas del desodorante señaladas a lo largo de la falda y por mucho que las frotes con la toalla mojada no se quitan, y al final, optas por ponerte otro petite robe, que ya no es noir ni es tan arrebatador. Y esas lentejas, que todos los lunes te salen de lujo: con sus zanahorias y su chorizito rico, trabatitas con su patata redonda… y ese lunes, ese en que el novio de tu hija se presenta de pronto a comer, ese… te salen de asco; con más agua que un té inglés, y además duras como piedras y con una piel como la de los altramuces… y no lo entiendes, no lo comprendes pues las has hecho como siempre, con todo el amor que un lunes deja libre para hacer las dichosas lentejas. Y no hablemos de cuando decides coger un taxi para que te lleve a la estación y por el camino te encuentras con cinco manifestaciones diferentes, una procesión de traslado de santo y un corte de calle principal por la rotura de una tubería mayor… y cuando llegas a la estación al borde de un infarto, corres para coger ese maldito tren y la sansonite decide abrirse y todas tus pertenencias luchan por hacerse un hueco en ese andén de provincias. Muy triste todo… pero todo cierto.
Pues como dice la canción, yo a la vida, “todito se lo perdono”, que entiendo que no voy yo a vivirla sin pena y con toda la gloria. Que todos tenemos que sufrir en este valle. Que a mí me pasan esas cosas tontas que nunca salen bien, y que me aguanto, que no tienen importancia… pero lo que no le perdono a la vida es que no me deje gozar de la sensación de ver que me ha salido bien, estupendamente: “la raya del ojo”… es imposible, nunca sale con un poquito de perfección, siempre tiene algún defecto: o está más gorda en un ojo que en el otro, o si me sale más fina parece que estoy bizca y me faltan pestañas…  Ni con lápiz, ni con “eye line”, ni con un rotulador monísimo que hay para la ocasión, nada, siempre me sale fatal.

Así que hoy me he encontrado con este truquito en pinterest, y voy a ver si siguiendo los consejos de esta niña tan mona, me esmero, y sale algo en condiciones… Ya os contaré.

Nos vemos y nos leemos pronto

14 comentarios:

  1. Insufrible también el lamparón inoportuno que descubres en el espejo del ascensor o ese dichoso mechón que va a su libre albedrío....
    Ayyy la raya del ojo!!!! yo que era de cara lavada hasta hace nada...pero ya no cuela!!!! Imposible la simetría como bien dices, el grosor y algún día hasta se desvía a la pupila y luego te preguntan si has llorado..
    Seguro que las lentejas no estaban nada mal!
    Buenos días, inevitablemente me voy a acordar de ti a partir de ahora cuando me pelee con el eyeline, sabes? se me está ocurriendo que algunas se lo tatúan permanente!!!! infórmate y cuéntame!
    Buenos días sureña ;))

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    1. Malísimas las lentejas... y me has recordado lo del lamparón, menudo ataque de nervios!.
      En fin, cosas que la vida se ocupa de que te pasen.
      Besos del Sur, Martika
      p.d.: me informe de lo de la raya tatuada. Te cuento detalles en los comentarios de tu último post

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  2. Lo de la raya del ojo, creo que de momento no lo voy a probar...
    Y las lentejas, menos mal que no me gustan, jajajaja
    A mi mejor me pones unos huevos fritos con patatas.
    Ya ves, a mis años, y sigo siendo un melindres
    Bueno, y ahora, voy a ver si me entero, de que es eso de "petite robe noir".
    Un beso amiga Oles.

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    1. Yo también soy de huevos con papas... cosas de la Apujarra!
      Te has enterado ya de lo que es un "petite robe noire"?
      Un beso desde cerquita, Rojo

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  3. De todos los días del año hay UNO en el que me sale bien la raya del ojo. Jo, entonces me dan ganas de no limpiármelo nunca mais... ja ja ja.

    Lo de tatuártelo es una buena idea, siempre y cuando te fíes del pulso de la tatuadora. ¿Te imaginas que no le salga bien y sea un tatuaje? dios, qué horror.

    Voy a probar el truqui de la niña mona. Pero sospecho que a ella, que le ha quedado tan bien, no le hacía ninguna falta.
    A ver a mí qué tal me sale... ains.

    Besotes.

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    1. A ella le queda todo bien, por ahora, ya que todavía no ha acumulado las suficientes sonrisas alrededor de sus ojos para que la dichosa rayita no se le quede escondida entre una y otra, como me pasa a mi.
      Espero que te salga bien el truqui; yo aún no lo he probado.
      Bienvenida Enebea, un placer recibirte.
      Besos desde el Sur

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  4. Nuestros deseos y nuestros actos nunca se ponen de acuerdo, pero siempre hay algo que estamos obligados a hacer bien. Cuando eso falla ....

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    1. Pues espero que no sea lo de la raya, porque si es así, voy apañada...
      Un saludo del Sur, José

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  5. Yo voy desistiendo.
    Lo de la raya es de traca. Acabo recurriendo a mis hijas o directamente me tiro al rimel jejeje
    Entiendo a lo que te refieres. Estoy sosa como una osa, pero aporto mi grano de arena: esa torpeza mañanera, dormida ambulante que prepara el café y derrama la leche...eso duele...tan temprano...
    Besos, muchos

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    1. Pero Luisa, el rimel sin raya, es como un "huevito sin sal", le falta toda la gracia del mundo...
      Venga osa sosilla, anímate y hazte la mejor raya del mundo mundial... La reina del mambo maquillándose.
      Un beso lleno de ánimos desde cerquita.

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  6. Pues sí, ya nos contarás. Espero que consigas hacerte una raya preciosa. La verdad, es que la raya de los ojos hace cambiar las miradas y el rostro

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    1. Ya me está saliendo un poquito mejor...
      Un beso del Sur y bienvenida MªJesús

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  7. ¿Qué tal todo? sigues aquí? bss!!

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  8. Oleeees...¿Ande andas, mi niña? Te echo de menos. Un beso gordo y un achuchón.

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Gracias por tu tiempo

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