Ella, la Vida, repartió mis cartas, altanera y retadora, y las que me tocaron han sido buenas, o así las reconozco. |
Otras veces, ella, la Vida, me empuja y me tira la mano al suelo esperando que no pueda levantarme, y sola, me encuentro caída buscando mis cartas; pero ella no sabe que tengo muchos corazones que en cuanto me tocan recobro mi sitio en la mesa.
Cuando, ella, la Vida, me ve tranquila y sosegada me lanza las cartas a la cara como cuando al mago se le escapan de las manos; y las picas, los diamantes y los rombos me hacen heridas que me cuestan sanar, pero que sano.
Hay días que, ella, la Vida, me da la mano siniestra y me tumba y me llueve y se ríe mirándome tirada en el suelo, pero yo me revuelvo e irónica le digo: "los días malos no son eternos, estúpida", y en cuanto puedo ocupo mi posición en la mesa, para seguir jugando.
Cuando, ella, la Vida, se siente buena, me busca para que yo dé las cartas y entonces me doy; y todo lo que va en una dirección fluye hacia la mía y viceversa, y la mesa es un ir y venir de sonrisas pues éstas son muy contagiosas.
Y otras veces, ella, la Vida, reparte cartas, y me dice al oído: "eres el cambio que has estado esperando" y entonces, sé, intuyo que soy yo la que puedo ganar el juego.
Hasta el final todo es posible, así que no desfallezco.
Nos vemos y nos leemos pronto.
Me veo reflejada en ti.
ResponderEliminarGracias amiga. Un beso.
Espero y deseo, que te hayas animado con la lectura de este relato. Gracias por pasarte otro día mas. Besos chiquitos de martes. Oles
EliminarUn lujo de relato con las cartas, amiga Oles.
ResponderEliminarEs increible hasta donde puede llegar el talento para escribir.
Tengo que confesarte una cosa. Después de leer esto, casi que estoy indignado conmigo mismo, tantos años manejando las cartas con efectos mágicos, y aprendiendo de otros magos (y poetas, como René Lavand, por ejemplo), y nunca he conseguido enlazar más de dos o tres palabras por mi mismo para la representación del juego.
Vamos, que me has hecho magia con las cartas, así, de sopetón.
Un beso. Es un placer leerte.
Gracias amigo Jose. Gracias por tus palabras, siempre es un placer recibir tanto elogio. Seguro que tu si que sabes manejar bien las cartas, yo soy una negada manejando los naipes, incluso a la hora de jugar. Besos chiquitos de martes. Oles
EliminarBonito relato amiga Oles, escribes como los ángeles, también me quedo por aqui, un abrazo.
ResponderEliminarGracias Gacela. Muy amable con tus palabras y bienvenido!. Besos chiquitos de martes. Oles
EliminarMe encanta tu Blog, es genial.
ResponderEliminarGracias Anónimo, a mi me encanta que te encante lo que escribo. Gracias por pasarte. Besos azules de miércoles. Oles
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