jueves, 4 de abril de 2013

Las Toallas

 El miércoles por la mañana dedico mi tiempo a Olesmadre; paseo con ella, vamos de compras, (unas veces por necesidad y otras por gusto), tomamos café y nos ponemos al día de todos los aconteceres de la semana. Hablamos de Hermanasiete, de Hermanacuatro, de Hermanomío... de las idas y venidas de todos y, además, le solucionamos la vida a cada uno de ellos. Quiero dejar claro que, como dice Preciosa, lo que hacemos no es Críticar, es Referir. Y así, Refiriendo, nos pasamos la mañana muy agusto. Unas veces paseamos por los centros comerciales, y otras por las calles vistosas de mi ciudad.
Este miércoles, ha tocado C.C. (el del triángulito verde). Buscábamos unas toallas, pero hemos vuelto con las manos vacías porque eran bonitas pero de muy baja calidad. He dejado a Olesmadre en su casa y he conducido hasta el nuevo C.C. (¡Me encanta ese sitio!), allí, pensé, seguro que habrá toallas mejores. Dejé el conche en el parking, y me dirigí a la planta principal por la cuesta mecánica. Justo delante de mi, una madre y una hija. La primera de unos cincuenta, la segunda de mas o menos ventimuchos. Hablaban, se reían, se cogían las manos... Yo pensé: ¡que bien que se llevan!, ¡que bonito!. Con un poco de prisa las adelanté, pues quería poner unas lentejas para comer, no me daba tiempo y me apetecía ver las tiendas.
 Y seguí mi camino a la busca y captura de mis toallas. Entré en esa tienda de hogar que todos conocéis cuyo logo empieza por zeta, y me fui directa a los colores amarillos...(en esa tienda todo esta distribuído por colores). Solo llevaría allí unos cinco minutos cuando escucho voces a mi alrededor:
-Primero la rosa, después la beig y al final la marrón.
-No mamá, así queda ¡horrriiiibleee!. Primero la marrón, después la rosa y al final la beig. Así está divinoooooo...; yo no sabía muy bien que estaba pasando, pero la de ventimuchos gritaba cada vez mássss fuerte y le seguía cantando a su madre la misma letanía: "primero la marrón, después la rosa y al final la beig, (ella decía beeeggchchchc), así está divinoooooo...". Entonces, una de las dependientas se acerca ellas y les pregunta: -¿necesitan algo, les puedo ayudar?. La señora mayor le dice, acercandose mucho a su cara: "a que es mejor el orden que yo digo, primero la rosa, después la beig y al final la marrón". 
-Pues no sé señora, es cuestión de gustos-, dice la pobre dependienta; y en ese momento una mano se apodera de la manga de mi chaqueta de cuero y me traslada a mí al corrillo de las toallitas de marras. Y vuelta con la preguntita: "¿a que es mejor... bla,   bla, bla?". Yo la verdad no sabía que contestarle, pues no entendía muy bien la coordinación de los colores, así que no respondí, me callé; craso error el mío, pues fue entonces cuando me enteré del motivo de dicho orden. Al oído, bajito, me contaba: "la rosa primero para el día de la ducha... la beig después para los días posteriores que no te duchas... y al final la marrón para los demás días que quedan hasta la siguiente ducha; es el orden que corresponde, ¿a que si?". Yo solo la observé ojiplática, solté las toallas amarillas, mire de reojo a la dependienta que alucinaba y me marché, ¡tenía prisa!... ¡aún no había puesto las lentejas!. 

Nos vemos y nos leemos pronto.
Oles


 
 

9 comentarios:

  1. Jajajajajaja! No me puedo creer que no dieras tu opinión al respecto! Jajajajajajaja! Cómo puede ser posible!! jajajajaja! Imagino tu cara de circunstancias ante tal marranez! Madre mía cómo está el patio y lo peor es que los demás lo tengamos que aguantar!
    Besos!!

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    1. no podía opinar; no salía de mi asombro...Besos!!!

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  2. Hola Oles
    te estoy devolviendo la visita y mas que alegre de saber que me seguis y te gusta lo que escribo
    si vos tambien tenes tu acento bien pero bien castizo mujer!!!
    me gusta eso me hace acordar a mi abuela que era de un lugar de España de Burgos,
    bien la verdad que es un relato bien entretenido el tuyo y con la explicacion de los colores que gracioso, yo no me lo hubiera imaginado.
    Otra cosa, yo no me llamo Carmen, Carmen es la del personaje, asi se llamaba esta abuela mía española por parte de madre,
    un beso enorme y gracias, te sigo pero no veo donde se puede avisame como hago
    Carmen

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    1. Gracias por tu visita, te doy la bienvenida... Sírvete lo que quieras, a tu disposición este espacio para lo que quieras contar... Ya te contare por donde me puedes seguir. Besos Oles

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  3. Gracioso relato con el colorido de las toallas, pero lo que realmente me maravillo, fue tu tierna descripcion de una mañana de miercoles, ! Que envidia me das!. !LO QUE YO DARIA POR TENER UN MIERCOLES COMO EL TUYO, AUNQUE FUERA SOLO UNO!.

    Besos.Gloria

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    1. Espero tener un montón de miércoles mas. Y siento que te falten a ti. También me gustaría disfrutar algún miércoles contigo, o un jueves... O un sábado, en fin...Elige tu el día.
      Besos. Oles

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  4. Jajaja que barbaridad!!! No me lo puedo creer!! Desde luego que hay gente marrana como dice ideasdulcesysaladas. ¿Cuántos días pasarán hasta la siguiente ducha? Jijiji... con la toalla marrón se notará menos la mugre. ;)
    Besos mil

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  5. Seguro que algún día mas de los recomendados por la OMS. Jajajajaja. Besos

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  6. Estoy leyendo esto, y no paro de reirme.
    Me estoy acordando de un monólogo, o chiste (más o menos) de un humorista que salía en la tele, hace tiempo. Contaba una historia parecida, hablando de la ropa interior masculina, o sea, de los calzoncillos, para no andar por las ramas. Y contaba eso de darles la vuelta.
    Como chiste, no está mal. Casi que diría que es hasta gracioso.
    Pero si te o hace una dependienta... es una confesión en toda regla, jajaja.
    Y copiando tus cosas, saludos de viernes de madrugada.
    Un beso.

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Gracias por tu tiempo

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